sábado, 26 de junio de 2010

Kiss: You want the best, you got the best (Barcelona, 24/06/10)


Muy lejos queda ya 1997 y mis recuerdos de la primera vez que vi a Kiss son muy confusos. Digamos que recuerdo vagamente un espectáculo de Rock and Roll bastante excéntrico y la interpretación del tema Guantanamera. Poco más. La cuestión es que no estaba muy segura de si realmente cantaron Guantanamera o si fueron alucinaciones mías. El pasado jueves, 24 de junio, repetí la experiencia y pude confirmar, entre otras cosas, que no lo imaginé.

KISS es uno de esos grupos a los que todo amante del Rock and Roll debería ir a ver una vez en la vida. Y si me apuras, cualquier persona que quiera ver un espectáculo sin igual, también. Luces, pantallas gigantes, pirotecnia, disfraces, maquillaje, rock and roll festivo y mucha, mucha diversión. Los clásicos de la banda invitan a la fiesta, una fiesta que comenzó nada menos que así:



Pero la fiesta ya era un hecho antes de que KISS pisasen el escenario. La cantidad de gente con la cara pintada emulando a la banda era impresionante. Y en ningún otro concierto he visto a tantas generaciones juntas para pasarlo bien. Abuelas con la cara pintada como Paul Stanley, niños con las pinturas de guerra y el peinado inconfundible de Gene Simmons, y auténticos profesionales del homenaje que llevaban todo el equipo, plataformas incluídas.

El Palau Sant Jordi no estaba hasta la bandera, pero estaba lo suficientemente lleno para que al levantar la vista hacia las gradas no se viesen demasiados huecos. En la pista, se podía bailar con tranquilidad a una distancia prudencial del escenario, aunque era inevitable el contacto físico con los que te rodeaban. Bailar, cantar y saltar sin descanso, con casi todos lo temas que tocaron esa noche.

Repasaron bastante a fondo su último disco Sonic Boom, pero por supuesto que no obviaron los clásicos de la banda, como este Love Gun que incluyo en el post por el simple hecho de ser mi tema favorito del cuarteto de Nueva York:


No faltaron los artificios que todos esperábamos y que no por eso dejaron de sorprendernos: en el solo de guitarra de Tommy Thayer, la guitarra se marchó "volando" una vez hubo terminado, y en el solo de bajo, no nos faltó ver a Simmons escupiendo sangre falsa bajo una terrorífica luz verde.

Gene Simmons fue elevado hasta el arco superior de la torre de luces y desde allí arriba nos tocó, y Paul Stanley se sirvió de la tirolina para acercarse al centro de la pista y cantarnos desde allí el I Was Made for Loving You. Lo dicho: un ESPECTÁCULO, con mayúsculas.


Y para terminar esta espectacular noche de fiesta: Rock and Roll All Night... and party everyday! Enterrados en confetti y con una pirotecnia que nos venía que ni pintada por ser el día de Sant Joan, dejamos marchar a esta legendaria banda de Rock que inició su carrera en 1972 y que sigue dando caña de una manera admirable.

lunes, 21 de junio de 2010

TVD: Segunda parte de la 1a temporada

El ritmo in crescendo de The Vampire Diaries tiene su momento cumbre en el último episodio de esta primera temporada: Founder's Day. Un cliffhanger de los que dejan huella nos dice adiós hasta septiembre y yo me despido de esta semana tan intensa de hormonas alborotadas y mordiscos sangrientos. The Vampire Diaries: ¡qué gran experiencia!

Si hablar de la primera parte de la temporada sin spoilers fue muy difícil, hacerlo sobre esta segunda mitad es prácticamente imposible, y muchas de las cosas que me apetece comentar se quedarían en el tintero. Así que si no has visto la primera temporada de TVD, lee mi anterior post, ponte con ello y luego ¡pásate por aquí a leer y a comentar!. Avisados estáis:

ESTE POST CONTIENE SPOILERS

Como ya comenté en la entrada anterior, uno de los signos más característicos de TVD es la gran cantidad de cosas que nos explican en un sólo episodio. Por ejemplo: ese vampiro pizzero acosador que además estaba relacionado con Anna y que le hace la vida imposible a Elena, nos regala con su actuación de stalker una excursión en coche de Damon y Peloliso que da mucho de sí.

En un sólo episodio puedes ver un accidente de coche, un rescate digno de caballero andante, un road trip, una pelea, una borrachera absurda, y finalmente, cómo Damon le arranca el corazón del pecho a Bree (Gina Torres) mientras ella aún está de pie y hablando. ¡Un capítulo redondo!

Siguen las salvajadas y sigue el trato peculiar que la serie da a sus personajes, sobre todo a los secundarios: hoy estás, mañana no, hoy no eres más que una excusa y mañana serás la clave para el desarrollo de la trama. Así que si obvié en mi anterior entrada a personajes como Logan, el reportero más dicharachero de Mystic Falls, o a Kelly, cougar y madre de Matt, a quien tenemos que agradecer una escena de las super-hot, es totalmente comprensible, porque su importancia es relativa y su popularidad varía según el momento.

Logan es el ex de Jenna, la tía de Elena y Jeremy. Porque, aunque Jenna está en el grupúsculo de los adultos insignificantes de la serie, es muy guapa y tiene que tener novietes a discreción. Tenemos a su ex: Logan, con el que tendrá un acercamiento, antes de que se transforme en vampiro; tenemos a Alaric, con quien se enrollará y a través del cual descubrirá que Isobel sigue con vida (más o menos), y tenemos a John Gilbert, el hermano de su cuñado, con el que tuvo algo en el pasado. ¿Quién dijo culebrón? Yo.

El momento en el que Jenna y Alaric ponen en común en el porche el nombre de Isobel, yo me vi venir una escena "Yo soy tu padre" entre Alaric y Elena, aunque luego la historia resultó más complicada todavía. Pero no adelantemos acontecimientos.

Jenna también le hace ojitos a Damon Somerhalder y comenta a sus espaldas cuán hot es, sin saber que él se está enterando de todo y haciendo muecas sin parar (vídeo aquí). Jenna es un personaje bastante vacío, aunque conozca algún secreto sobre Elena, que en la segunda parte de la temporada no ganará para sorpresas y disgustos.

Uno de los momentos más "oy oy oy..." es cuando Stefan le dice a Elena: "you're adopted". Le cuenta también más detalles sobre el accidente de sus padres, donde él estuvo. Porque él lo sabe todo, y aquí nada es casualidad.


Como en los culebrones más auténticos, los lazos familiares serán un enredo que roza lo fantástico: aquellos que considerabas tuyos no lo son, y el último en llegar será el hombre-Coca Cola, es decir, "la chispa de la vida". Reconozco que yo no me vi venir que John Gilbert fuese el padre biológico de Elena, y luego cuando me cuentan que fue él quien puso a Isobel en contacto con Damon por recomendación de Katherine, entonces ya me vuelvo loca.

La historia de Isobel es de lo más culebronesca: embarazada a los 16, deja a su hija al cuidado de una familia que no puede tener hijos... y reaparece convertida en una auténtica psicópata. Ha desconectado su humanidad, y no siente ni padece, ni siquiera por su hija. El entramado de relaciones que este personaje se trae entre manos es digno de estudio, y el encuentro que tiene con Damon en el episodio que lleva su nombre, muy llamativo (vídeo aquí, odio a Youtube).

Isobel es la ex mujer de Alaric, quien llega a Mystic Falls presuntamente como nuevo profesor de historia, pero que en realidad va a vengarse de Damon porque convirtió a su esposa en vampiro. Posteriormente, Alaric y Damon serán comunmente conocidos como el dúo dinámico.

Alaric tiene un anillo, atención. En esta serie todo es sobre la bisutería, así que no hay que pasar por alto ni anillos horteras, ni relojes de bolsillo ni nada parecido, seguro que tienen un valor intrínseco alucinante. Y John Gilbert tiene otro. Así que vemos a Damon asesinarlos a los dos de una manera maravillosa, para que luego ambos se pongan en pie como si nada.

John Gilbert es David Anders, actor que siempre recordaré por ser Sark en Alias, y aparece en los últimos episodios de la primera temporada de TVD. Además del momento en el que Damon le parte el cuello y lo tira desde una azotea, tiene otro gran momento de dolor en el último episodio, cuando "la que no es Elena" le corta los dedos de cuajo para librarlo del anillo que le protege.

Me encantó esa escena, y es que Gilbert no se hace querer, precisamente, sobre todo en el momento en que le clava una estaca en el corazón a la pobre Anna, mientras pretende reducir a cenizas a Damon y a unos cuantos vampiros más.

Damon Somergrijander sigue soltando perlas siempre que tiene ocasión y es el rey de la mueca, en esos momentos cómicos en los que se hace el chulito. Pero sobretodo, sabe moverse muy bien en la línea de lo que es ternura y lo que es psicopatía pura. En cuestión de minutos le vemos obligar a Elena a beber de su muñeca, sujetándola como rehén y acto seguido, besarle en el pelo con dulzura extrema. Ternura y dulzura falsa: es un psicópata y un pervertido.



Aunque durante toda la temporada ha hecho gala de su crueldad, en los últimos episodios he contemplado horrorizada cómo se acercaba a la redención. Como todo triste que se precie, su hermano Stefan vive unos momentos de debilidad en los que se pasa al lado oscuro, y nos enteramos de cómo fue la transformación de los Salvatore y por qué se llevan tan mal.

Lo peligroso llega cuando Stefan está en peligro y Damon empieza a mostrar signos de bondad provocados por el amor fraternal. No queremos un vampiro emo, queremos un vampiro cruel. Veremos qué pasa en la segunda temporada.

En los últimos episodios he percibido algo así como dos pequeñas tramas: la de los hombres y la de los niños. En el lado de los hombres tenemos a Damon, Alaric y John Gilbert. En el lado de los niños tenemos a los amigos de Elena y Stefan, a Jeremy, las fiestas, los consursos de Miss Mystic Falls, las carrozas y vestidos horteras y los rollitos de primavera.

Pero al final, ambas corrientes convergen y todo importa. Por ejemplo Bonnie, quien desapareció durante varios capítulos, permite indirectamente que Gilbert mate a unos cuantos vampiros y luego ayuda a Stefan a rescatar a su hermano de las llamas. Hasta el hijo estúpido del Alcalde esconde uno de los secretos más sorprendentes de la historia y que nos abre un montón de posibilidades para la próxima temporada.

Pero para sorpresas... el cliffhanger final. Un cliffhanger que, para no faltar al espíritu de la serie, describiré como SALVAJE.

sábado, 19 de junio de 2010

TVD: Primera parte de la 1a temporada

Más que un post, creo que necesito un blog entero para hablar de mi última obsesión. Cuando vi el piloto, la puse a caldo, y no me retracto de nada de lo que dije, sino que añado un "y a pesar de ello, ¡me gusta!". También podría explicar las razones que me llevaron a darle una segunda oportunidad, como si me estuviese justificando, pero no... sólo diré un nombre: Pere (o Crítico en Serie, si os gusta más el rollo 2.0).

*Por si os apetece escuchar algo de lo que tiene que decir al respecto, al final del debate de este episodio del podcast La Caja de Spoilers, Pere habla sobre TVD.

Esta entrada no contiene spoilers, así que hayas visto o no la serie, estás invitado a visitar este pequeño pueblo de Virginia llamado Mystic Falls.

No quería empezar esta nueva aventura vampírico-adolescente de malas maneras, así que empecé viendo el piloto por segunda vez. La cutre-niebla seguía allí (pero debo decir que dejan de abusar de ella bastante pronto), los actores y actrices súper afectados y bastante limitados allí seguían, y todo lo que un día nos explicó Anne Rice en sus novelas obviado e incluso violado.

Pero esto es el siglo XXI, y aunque el mismo Damon "Somerhalder" Salvatore se llegue a escandalizar de lo que está leyendo en Crepúsculo, y recuerde con nostalgia a una Anne Rice que sí que sabía de qué iba el tema, hay que rendirse a la evidencia de que los vampiros ya no son lo que eran. Los vampiros de este culebrón enorme y maravilloso, también conocido como The Vampire Diaries, van al instituto, lavan coches a pleno sol, e incluso juegan a fútbol americano.

En TVD todo está centrado en la bisutería: anillos con propiedades mágicas, relojes de bolsillo que son un GPS de vampiros, y otros artefactos misteriosos con pinta de joya antigua que tienen unas propiedades extraordinarias. Y la kryptonita de los vampiros de TVD es la verbena, una hierba que les intoxica y debilita.

Stefan Salvatore, el hermano bueno de Damon, regresa a su pueblo de origen, Mystic Falls, un fatídico día y descubre que Elena es la viva imagen de su antiguo amor, Katherine, quien cautivó a los hermanos Salvatore. Katherine "a mí me daban dos" Pierce. Entonces, "decide quedarse y conocerla, aún conociendo los riesgos", como se empeña en contarnos en cada inicio de capítulo.

Porque si algo tiene la CW es que se pone muy cansina en lo que a "Previously on"'s se refiere. Otro tic característico de las series de esta cadena, es la música de fondo mientras los protagonistas mantienen conversaciones presuntamente profundas. Al principio, extraña un poco, pero muy pronto acabas por acostumbrarte, y hasta gusta ese ambiente de vídeo clip. Y hablando de vídeo clips...


En TVD tenemos también chicos estupendos sin camiseta. Otro rasgo característico de CW. No había visto tanto destape gratuito desde que a Sabrina se le salió un pecho en Nochevieja. Pero, ¿quién soy yo para juzgar?

¿Y quién es nadie para juzgar si yo soy el público objetivo de este tipo de series? Tenía que decirlo. The Vampire Diaries es adictiva: 22 episodios en una semana. The Vampire Diaries me ha divertido tantísimo, que... "I'm seventeen again". Especial mención a Noechan, con quien he visto y comentado esta serie paso a paso. Sin ella no hubiese sido tan divertido. En cada episodio ocurren multitud de cosas, no te dan descanso, es muy salvaje, y es una serie ideal para acabar diciendo, con los ojos muy abiertos "oi oi oi oi oi...". Pero sigo con los destapes gratuitos:

Escena de conversación muy trascendental entre los hermanos Salvatore en el tercer o cuarto episodio. Damon aparece con el torso desnudo y Stefan con una camiseta interior; fiesta de Halloween del instituto, a la que Elena acude disfrazada de enfermera cachonda (lo que me quedaba por ver): el hijo del Alcalde va vestido de... ¿emperador romano?... bueno, la cuestión es que va semi desnudo.

Pero el recopetín fue el día en el que Elena se lleva Stefan a un lavado de coches que han improvisado los estudiantes en el parking del instituto: con un fondo de cuerpos jóvenes esculturales de ambos sexos, mojándose y enjabonándose, un señor mayor con alzehimer le hace a Elena una de las declaraciones más importantes de la serie. Quiero una casa con vistas a CW ya.

Aunque a Pere le moleste, no puedo evitar comparar The Vampire Diaries con Gossip Girl. Pero prometo que lo hago sólo por la estética de las jóvenes extremadamente delgadas (¡lo que deben de ahorrar en catering!) y los chicos musculaditos, amén de los alisados estilo japonés (Elena pronto pasó a ser conocida como Peloliso).

Y la otra serie a la que me recuerda es Angel, porque uno de los protagonistas, Stefan, es el típico vampiro que rechaza la sangre humana, que vive atormentado por su condición de vampiro y que se enamora perdidamente de una mortal. Lo que conocemos comúnmente como un triste, y volviendo a Anne Rice, lo que en parte era el personaje de Louis. Durante esta primera parte de temporada, Stefan y Elena se dirán mil veces "te quiero pero lo nuestro es imposible".

Como Stefan es tan aburrido, mejor os cuento sobre su hermano: Damon Salvatore, también conocido como Somergrijander o Grijalder, a secas. Somergrijander es Boone, de Lost, con la misma mirada torcida de perturbado, la misma cara de muñeco diabólico cuando sonríe y las mismas orejas horribles.

Pero en TVD, Somergrijander hace un papelón de psicópata despiadado que lo convierte en absolutamente irresistible. Desde su primera aparición, Damon deja claro que él va a llevar el peso de la serie y que él va a ser el personaje interesante, cachondo y... psicópata. Porque es un asesino psicópata despiadado y sin alma, de la cabeza a los pies.

Hay muchos grandes momentos en los primeros episodios de la serie, curiosos, divertidos... como el que tiene lugar al inicio del capítulo número 3: Friday Night Bites. Ver esta serie representada por los actores que trabajan en ella es grande, pero verla representada por Crítico en Serie, en una terraza de Rambla de Catalunya una tarde de viernes de primavera, es... Es Friday Afternoon Bites, sin duda.

Os dejo esta captura, ya que insertar el vídeo ha sido misión imposible. Aquí está el link a Youtube

Los vampiros de The Vampire Diaries llevan el "glamour" hasta el extremo, pueden hipnotizarte para que hagas, pienses o recuerdes cualquier cosa. Damon es un máster del control mental y lo usa para conseguir lo que quiere cuando quiere.

Tampoco se corta un pelo a la hora de matar. Aunque en algún momento ponga cara de bueno, o suelte un discursito que pueda hacerte pensar que ha entrado en razón, al cabo de 0.2 te estará rompiendo el cuello, chupando la sangre o arrancando el corazón sin pensárselo. Sus crímenes siempre son ultra-rápidos y a la vez elegantes. ¡Artista! Su sentido del humor, que le lleva a estar bromeando continuamente con fina ironía, también ayuda a que el personaje destaque por encima de Stefan el Triste, Peloliso, la bruja Bonnie y el resto de la pandilla.

En TVD encontramos todos los estereotipos en cuanto a personajes que pueden coexistir en este tipo de series: el ex novio de la protagonista, que sigue colado por ella; el chico misterioso recién llegado, el hermano pequeño descarriado, los adultos responsables que esconden secretos y no pintan nada, y la cougar del pueblo.

Bonnie es la mejor amiga de la prota. Aparece y desaparece como el Guadiana. Es una bruja que desciende de una estirpe de brujas super poderosas y ella y su abuela tendrán un papel bastante importante. Damon tiene una misión y las necesitará para llevarla a cabo. El inesperado desenlace dará lugar a nuevas tramas y a la aparición de nuevos personajes, algunos de ellos, ya vistos en flashbacks (bastante lamentables estéticamente hablando) que nos muestran el pasado remoto de los Salvatore.

Pero para nuevos personajes, destaca Alaric, un profesor que llega para sustituir a otro al que Damon quita de en medio con una rapidez increíble, ante los ojos atónitos del atontado de su hermano. Alaric sabe mucho más de lo que cuenta, ha llegado a Mystic Falls con un propósito y además, es muy guapo. Se abre la puerta de clase y entra un profe cañón. Conclusión: este tío será importante.

Tuve que intentar explicarle a alguien que no ve la serie quién es Alaric. Ahí me di cuenta de cuán grande y complicado es este culebrón. Y para mí culebrón no es despectivo. Cuando intenté explicar su origen, y lo que más tarde descubrimos de él, tuve que hacer referencia a un mínimo de tres personajes, relacionarlos con él y a la vez entre sí, remontarme un par de generaciones atrás y volver luego al presente haciendo mención a un secreto desvelado. Explicarlo sin spoilers es misión imposible. La serie avanza, la trama se complica y no dejan de aparecer nuevos personajes. TVD es de todo menos simple.

No puedo cerrar esta primera entrada sobre TVD sin retomar la idea de que esta serie juvenil es, ante todo, salvaje. Y cuando digo salvaje, digo que no escatima en escenas impactantes: si hay que mostrar sangre, o hundirle a alguien los ojos en la cara, se hace, y no se anda con rodeos a la hora de eliminar personajes que parecía que iban a tener bastante protagonismo en la historia. No es recomendable hacerse fan de nadie o de casi nadie en esta serie, porque corres el riesgo de quedarte sin favorito en lo que Damon tarda en desgarrar una carótida.

Aunque en la primera parte de la temporada pasan muchas cosas interesantes, la avalancha de what the fucks, personajes interesantes, y situaciones rocambolescas, tienen lugar a partir de la segunda mitad de temporada, o más concretamente, a partir del capítulo 11, sobre lo que ya escribiré en otro post.

CONTINUARÁ... oh, sí...

jueves, 17 de junio de 2010

¡Adiós, Grey!

'Eso de ahí es un trozo de mi cerebro'.

No es la primera vez que reniego de Grey's Anatomy. No es la primera vez que juro y perjuro que lo nuestro se acabó, y siempre vuelvo a caer en la tentación. Ahora que he terminado esta última temporada, le he vuelto a decir adiós "para siempre" a Meredith y a su tribu. No más.

Esta sexta temporada, pese a que ha tenido historias para aburrir, pese a que le ha dado un buen meneo a toda la plantilla del Seattle Grace Hospital, y me refiero a relaciones amorosas... a qué si no... ha sido la temporada que más cansina se me ha hecho. Anatomía de Grey se convirtió en la serie que me ponía de fondo mientras hacía las tareas domésticas.

A punto de dejarla en la recta final, con la pena que esto me causaba, tuve el asesoramiento de Pigonna, quien me dijo que me saltase tres o cuatro y viese directamente aquel episodio doble que para muchos fue un despropósito y que yo disfruté mucho, ya que mis deseos de ver sufrir a algunos miembros de esa plantilla se hicieron realidad.

Saca el güisquicheli

Como puntos positivos de la temporada, pocos: Miranda Bailey, como siempre. Creo que es mi personaje favorito de la serie, porque es la única a la que no he odiado en algún momento. Y la relación entre Arizona Robbins y Calliope Torres llegó a hacerse muy pesada con lo de "no quiero tener hijos", "¡oh no, lo nuestro no tiene futuro!"... "va bueno sí, que he estado al borde de la muerte y se me ha despertado el instinto maternal"; pero ambas me caen bien.

También positivo es ver pasearse al Dr. Mark Sloan por los pasillos del hospital, aunque cuando le hicieron hacer de abuelo preocupado resultó poco creíble; y por último: Owen Hunt, interpretado por Kevin McKidd, a quien le deseo un futuro brillante lejos de Anatomía de Grey.

Todo lo demás puede ir directamente a la basura, empezando por Meredith y Christina, dos a las que ya no puedo ver ni en pintura, y siguiendo con la trama vergonzosa del Jefe y la bebida, que me resultó patética y bochornosa. ¿Cómo se rehabilita un cirujano alcohólico? Operando, pero eso sí, ¡lejos de las tareas administrativas! Que gestione el hospital el del pelazo, que es uno de los mejores neurocirujanos del mundo (sí, lo sé, es ficción) y que meta bisturí el alcohólico en rehabilitación. ¡Claro que sí! De Izzy Stevens mejor ni hablemos.

Pero no voy a extenderme más con los momentos horribles y horrendos que he visto en esta temporada, ni tampoco con los aburridos y soporíferos. Por dos razones: primero porque no quiero que esta entrada sea más extensa de lo que ya es, y segundo, porque la carne es débil y no sería de extrañar que la que suscribe, pese a renegar de ella, acabe dándole una oportunidad a la séptima temporada de Los Amores y Delirios de Shonda. Y ella lo sabe.

martes, 15 de junio de 2010

Human Target: La misma piedra

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. La mujer también, por supuesto. Si la segunda oportunidad que le estoy dando a The Vampire Diaries ha resultado ser todo un éxito, no me ha ocurrido lo mismo con Human Target.

Momento confesión: no me gustan las pelis de James Bond. Y Human Target tiene "algo" de James Bond. Algo que, definitivamente, no me gusta. Más que no gustarme, me aburre. No puedo ni decir de qué van los tres o cuatro episodios que he visto, porque no han conseguido captar del todo mi atención.

Poner Human Target en la tele era sinónimo de sentir la necesidad de hacer otras cosas al mismo tiempo: twittear, enviar mensajes... incluso coger el libro y ponerme a leer. Decididamente, tenía que arrinconarla definitivamente. Eliminarla.

Aunque me gustan las series de tíos que reparten como a la que más (también conocidas vulgarmente como "series de acción"), Human Target no ha cumplido mis expectativas, ni en el momento de ver el piloto, ni en esta época veraniega en la que me vuelvo más permisiva y estoy abierta a nuevas experiencias seriéfilas.

jueves, 10 de junio de 2010

Deadwood: 1a Temporada (Sin Spoilers)

Si hiciese un ranking de las series que más me han recomendado, Deadwood estaría entre las 5 ó 10 primeras. La temporada de series, tal y como la entendemos ha terminado y llega el turno de las deudas pendientes. Además, hay que tener en cuenta la propagación del virus Olyphant, como empujón definitivo.

Nos trasladamos al siglo XIX, a unos Estados Unidos en construcción. El proyecto de una ciudad, un campamento de pioneros sin ley, y en conflicto continuo con los nativos americanos. Eso es Deadwood. Primer mini punto para la serie: referencias históricas.

La ambientación y el vestuario son excelentes. No cuesta nada dejarse llevar y sentirse dentro de ese pueblo. Para los que gustamos de esos detalles, no hemos de temer: no encontramos, como en la serie Merlin, fregonas en los años posteriores a la caída del Imperio Romano ni "burradas" similares.

En Deadwood encontramos buscadores de oro, borrachos, emprendedores de todo tipo, adictos al opio, al juego, prostitutas... Y entre esta amalgama de diferentes personajes, un líder: Al Swearengen (Ian McShane). Un alto en el camino obligatorio para cantar las excelencias de este gran personaje que desde su primera aparición no nos deja indiferentes. Para mí, y me consta que para muchos, el mejor personaje de la serie.

Al es el jefe del Saloon Gem, uno de los primeros en llegar al campamento y el que dirige el cotarro. La vida no le ha tratado bien, de ahí su cinismo. En ocasiones puede ser cruel, y en ocasiones... puede ser más cruel todavía.

Es ante todo manipulador, alguien que se sirve de su inteligencia y del buen uso que hace del lenguaje para embaucar a los demás y hacer que le respeten. Pero no sólo se sirve de las palabras para conseguir sus propósitos, ya que no duda en usar la violencia y la fuerza bruta, ya sea con sus propias manos o a través de alguno de sus hombres.

Timothy Olyphant es Seth Bullock, y con él da comienzo el primer episodio. Es un sheriff que deja su trabajo para montar una ferretería en Deadwood con un compañero: el judío Sol Star. Allí, su peculiar sentido de la responsabilidad le lleva a emprender acciones en la línea de la ley y la moralidad, pero según su manera de ver las cosas, todo está plenamente justified.

No, no me estoy equivocando. Seth Bullock me recuerda a Rayland Givens, aunque soy consciente de que tendría que decirlo a la inversa. Pero como yo he visto primero Justified, diré que Seth Bullock me parece un Rayland Givens sin afeitar que ha retrocedido en el tiempo unos 130 años.

¡Zas!

Lo que más me gusta del personaje de Bullock: su mal carácter. Me hacen reir sus cien borderías por minuto y su vena del cuello siempre a punto de explotar. Pero el factor sex symbol (o factor palote si gustáis) del actor está bastante desaprovechado en Deadwood, al menos en esta primera temporada.

Otros grandes personajes, principales o secundarios, que acompañan a Bullock y a Swearengen, son Charlie Utter, Wild Bill Hickock, Calamity Jane, Alma Garret, Trixie… Esta última, Trixie, es una prostituta muy especial del Saloon de Al, interpretada por la actriz Paula Malcolmson.

Verla en Deadwood ha significado mi reconciliación con una actriz que por esas manías que todos tenemos, no me caía bien. No me gustó en Caprica y no me pareció buena idea verla incluída en el cast de Sons of Anarchy para esta tercera temporada. Afortunadamente, mi punto de vista es mucho menos radical tras haberla visto trabajar en Deadwood.

Los personajes de Deadwood, en general, te hacen pasar malos ratos. Y esto no ha de ser obligatoriamente negativo. Todo dependerá, obviamente, de la empatía de cada uno de nosotros. En mi caso, los personajes del Predicador, Trixie y el Doctor, son los que peor rato me han hecho pasar y por ende, por los que siento un cariño especial.

Además de los personajes principales, Deadwood cuenta con un elenco abrumador de secundarios, además de un amplio abanico de estrellas invitadas que entran y salen sin que apenas te des cuenta. Es un desfile de caras conocidas imparable, otro detalle para que los seriéfilos disfruten jugando al "Quién es Quién".

Podría estar aquí días enteros, comentando detalles sobre estos personajes, hablando de los que más me gustan y por qué, y de los que peor me caen y qué han hecho para ganarse mi antipatía. Pero no procede. Segundo mini punto de la serie: unos personajes muy bien construidos, con virtudes y defectos, todos con un lado oscuro, y muy complejos en general.

Pero, ¿de qué va Deadwood, exactamente? Pues, aunque no me guste mucho la expresión, tengo que usarla: Deadwood es una serie de personajes. Dicha la obviedad del día, añadiré que para mí, va sobre cómo se construyen los cimientos de una sociedad que arrastra rémoras como son una Guerra Civil y unas vidas maltrechas.

Es el retrato de un pueblo en construcción, a manos de un grupo de hombres y mujeres a los que mueven diferentes impulsos: desde la supervivencia básica al afán de riqueza, pasando por la voluntad o la necesidad de ayudar a otros seres humanos.

Una primera temporada excelente de una serie de la que no tenía dudas, pero que ha superado mis expectativas.

lunes, 7 de junio de 2010

Improvisando con Luther

Ni dos días hace que salió el último programa de The TV Slayers, en el que contaba mis planes seriéfilos veraniegos, y ya me los estoy saltando a la torera. Ya tendría que estar acostumbrada: ¿Cuánto tiempo hace que quería ver Deadwood, y es ahora cuando me he puesto? ¿Cuánto tiempo llevo diciendo que quiero continuar con Las Chicas Gilmore? ¿Cuántas veces he dicho que voy a empezar Sports Night?... Y luego, acabo haciendo lo que me da la gana.

Y no me parece un mal sistema. Esto de ver series es ocio, entretenimiento... Lo que te apetece, cuando te apetece y por razones que varían según la serie. El caso de Luther es un claro ejemplo de improvisación, de dejarse llevar por una recomendación y de encontrarse con una sorpresa agradable.



¿Por qué he empezado con Luther?: Porque mis chicas de The TV Slayers (creo que todas menos Pilar) la siguen y la recomiendan. Así de simple, porque cada una da sus razones y yo me quedo con lo que me convence de entre todas ellas. Saco mis conclusiones y veo si me puede interesar o no.

Primera impresión del piloto: Muy buena. Los cinco primeros minutos, antes de que entrase el opening, me han gustado. [ATENCIÓN: PEQUEÑO SPOILER] Luther deja caer desde una altura respetable al secuestrador de una niña, después de conseguir que éste le diga dónde la esconde... [FIN DEL PEQUEÑO SPOILER].

¿Y qué quiero decir con este ejemplo? Pues que me encuentro ante un personaje fuerte y controvertido. Me gustan estos personajes complicados, con carácter, inteligentes, y ¿por qué no decirlo?, muy agresivos.

¿Me gusta, en la vida real, un tipo que destroza puertas y vuelca mesas cuando se enfada? Pues no. Pero lo agradezco en la ficción. Agradezco un personaje que, además, nos deja observarle mientras juega al gato y al ratón con un sospechoso, dando pie a un juego psicológico de lo más interesante.

Factor palote: Soy consciente de que a alguna que otra "compañera de aventuras seriéfilas" le encanta Idris Elba, John Luther en la ficción. En mi caso, no van por ahí los tiros. En mi caso, lo que realmente me pone palote es ver Londres de día, de noche, de cerca y en vista panóramica. ¡Cuánta ayomableness tiene esta ciudad! Y es que, como yo debo de tener algo de marciano o de déficit de atención, no caí en la cuenta de que la serie era de la BBC hasta que le di al Play. ¡Y fue una grata sorpresa, lo he de reconocer!

Visto el piloto. Visto el avance del segundo episodio. Me la quedo, al menos, de momento. Me viene muy bien para llenar la vacante de machote con pistola que esta semana me dejará Justified (con el permiso de Deadwood, por supuesto).

miércoles, 2 de junio de 2010

La sonrisa de Mustaine

Barcelona, 1 de junio de 2010. Megadeth vuelve a visitarnos y servidora no falta a la cita. La primera vez que les vi en directo fue en el Doctor Music Festival de 1997. Desde entonces, han sido más de 7 veces... pero he perdido la cuenta y no estoy segura de si son 8 ó 9.

Aunque por la red abunden fotos y vídeos mucho mejores que estos, me hacía ilusión que en este post estuviesen los míos.

Asistir a un concierto de Megadeth es como reencontrarte con un amigo de la infancia con el que no has perdido el contacto a lo largo de los años. Sabes con qué te vas a encontrar, sabes con quién vas a coincidir y sabes que no te van a decepcionar, a no ser que causas externas como un mal sonido de la sala o un timing apretado se interpongan.

Pero el show de anoche fue diferente por varios motivos. El primero de ellos: el regreso del bajista Dave Ellefson. Siendo honestos, yo soy de las que identifican Megadeth con Dave Mustaine, y no esperaba que me causase especial impresión ver de nuevo a Ellefson en escena. Pero me equivocaba: no salté de alegría, pero me hizo gracia verlo salir al escenario, acompañado por una espléndida ovación de parte del público... la misma que recibió en el momento de la despedida.

La segunda novedad: el set list. Tras los temas más recientes: Dialectic Chaos y This Day We Fight!, llegó mi canción favorita de la banda, In My Darkest Hour. Acto seguido, Dave Mustaine nos revela lo que muchos esperaban, que iban a tocar el álbum Rust in Peace íntegro, conmemorando el veinte aniversario de la publicación del disco.

Un alto en el camino para decir que, aunque soy consciente de que los fans valoran por lo general regalos así, a mí no me parece una decisión muy acertada. Muchas bandas se están apuntando a esta moda y no suelo alegrarme, prefiero un set list variado, currado y que sorprenda. A excepción del momento de ejecutar los bombazos más conocidos, ahí tuve un momento de poco interés... en el que aprovechamos para tomar algo, ir al baño y dar un par de vueltas por la sala, que estaba a tope, aunque afortunadamente no hacía ese calor asfixiante de otras ocasiones.

Tras ese paréntesis, cayeron de nuevo un par de temas nuevos: Headcrusher y The Right to Go Insane, y a continuación, los clasicazos que pusieron el broche de oro a una noche muy cañera y en especial, muy divertida, hablo de Sweating Bullets, Symphony Of Destruction, A Tout Le Monde, Trust y el Peace Sells.






Pero aún me dejo una cosa que hizo un poco diferente este concierto de Megadeth: ¡¡Dave Mustaine sonriente!! Diría incluso más: ¡¡Dave Mustaine risueño!! El pelirrojo olvidó por esta noche su cara de malas pulgas y nos mostró flamantes sonrisas y gestos simpáticos a lo largo de toda su actuación. La absoluta entrega del público le tocó en corazón y nos agradeció por activa y por pasiva que estuviésemos allí y que les respondiésemos de una manera tan cálida. A falta de costumbre, he de decir que Dave Mustaine me da miedo cuando se ríe.

Bromas a parte, fue una noche fantástica de Heavy Metal, con unos músicos profesionales que no te fallan, una noche para reencontrarse con varios amigos y multitud de conocidos... y con la sensación de que, a pesar de que las nuevas generaciones te abran los ojos ante la evidencia del paso de los años, y de que mi primer show en Razzmatazz (antes conocida como Zeleste) fuese hace 17 años, hay cosas que no cambian:

Cuando te metes en las primeras filas y chupas ampli, al día siguiente te pitan los oídos y te zumba la cabeza.

¡¡Y que siga siendo así por muchos años!!